El articulo abajo, habla del peligro de los esmaltes semi-permanentes no certificados. Productos vendidos a particulares y muy utilizados en centros de uñas de bajo coste…
España pide a Europa prohibir la venta al público de esmalte de uñas permanente
España ha pedido a Europa que prohíba la venta en comercios de esmalte de uñas permanente. El uso de estos productos, que contienen acrilatos, sería exclusivo de los profesionales de estética. La Academia Española de Dermatología alerta de que estas sustancias, que también están presentes en las uñas de gel y el pegamento para pestañas postizas, pueden generar alergias posteriores a pegamentos quirúrgicos, adhesivos médicos o cementos utilizados en odontología
La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), a través del departamento de cosmetovigilancia, ha pedido a la Comisión Europea que restrinja la venta de esmalte de uñas permanentes y semipermanentes a profesionales de la estética, después de recibir la notificación de varios casos de sensibilización a los acrilatos que contienen. Según Carmen Ruiz Villa, jefa del departamento de cosmetovigilancia de la AEMPS: «En general todos los productos que se comercializan en España incluyen una evaluación de seguridad de los fabricantes. Son seguros, siempre que se sigan las instrucciones de uso que indican. A la Agencia solo nos han llegado casos de profesionales de estética que se han expuesto a estos esmaltes sin los equipos de protección necesarios como guantes o mascarilla».
En septiembre la Comisión Europea envió a todas las autoridades sanitarias competentes una encuesta para conocer los casos de sensibilización o alergia ante este tipo de esmalte. «Desde España hicimos una propuesta, similar a la de otros países, para restringir el uso de estos productos a los profesionales de la estética para evitar, así, que lleguen a los domicilios. Estamos a la espera de consensuar la propuesta con la Comisión».
La Academia Española de Dermatología sí confirma decenas de casos en usuarias de esmaltes permanentes, uñas de gel o pestañas postizas que han sufrido alergias a los productos con acrilatos. Según Juan García Gavín, miembro de la Academia, «los acrilatos son sustancias químicas, normalmente monómeros (moléculas simples que forman cadenas de dos o más unidades), que tienen capacidad de unirse entre sí para generar sustancias plásticas. Es decir, pasan de un estado fluido a un estado sólido, plástico». Una vez que se han secado son inofensivos, pero en su presentación líquida las pequeñas partículas que los componen pueden penetrar en la piel y causar desde un enrojecimiento ligero a la aparición de sarpullidos.
«En el caso de los profesionales de la estética podemos estar hablando de una epidemia», dice García Gavín, que cree que la comercialización de kits de uso doméstico podría generar un aumento de alergias en las usuarias. Le parece bien la petición del ministerio de Sanidad para que el uso de los esmaltes permanentes se restrinja al ámbito profesional, pero piensa que debería extenderse a otro tipo de productos cosméticos como las uñas de gel o los pegamentos y pigmentos de pestañas que «también están causando problemas».
«Otro problema que generan estos productos», matiza García Gavín, es que «cuando un paciente se sensibiliza o se hace alérgico a una sustancia, siempre que, en el futuro, vuelva a contactar con la misma sustancia va a volver a desarrollar lesiones, independientemente de la fuente. Por ejemplo, si una paciente se sensibiliza al acrilato contenido en unas uñas y en el futuro contacta, por cuestiones laborales, imaginemos que es protésica u odontóloga, con algún producto que contenga acrilatos, va a tener lesiones en relación con esta exposición».